El camino del emprendimiento no es para todos. No porque requiera un talento especial o una habilidad fuera de lo común, sino porque exige algo que pocos están dispuestos a soportar: la soledad. Construir algo grande significa, en la mayoría de los casos, caminar sin compañía, sentir que hablas en un desierto y que nadie entiende tu visión… hasta que la logras.
Cuando empiezas, la credibilidad es baja. Te cuestionan, te dicen que no tiene sentido, que hay caminos más seguros. El apoyo genuino es un bien escaso y, en su ausencia, solo queda una opción: seguir empujando con fuerza.
Pero entre el inicio y el éxito hay un territorio solitario que solo los que persisten logran atravesar.
NO TE QUEDES ATRÁS ¡!
La soledad es parte del viaje...no tu enemigo, el emprendedor está dispuesto a caminar en la incertidumbre.
Pocos creen en ti ... pero son los que importan.
El éxito llama la atención ... cuidado con los oportunistas.
No dejes de esforzarte ... debes mantenerte.
El trabajo duro es invisible ... nadie ve lo que hay detrás del telón.
Persiste hasta siempre ... el reconocimiento llegará.
Cree en ti cuando nadie más lo haga. La confianza lo puede todo.
Lo que realmente importa es la huella que dejas en los demás.
SIGUE. EMPUJA. RESISTE!! EL VERDADERO ÉXITO ES EL QUE TÚ SABES QUE CONSTRUISTE CUANDO NADIE MIRABA.
Yorumlar